NADA ES IMPOSIBLE


NUNCA PERDER EL ANIMO
En la diligencia esta incluida la perseverancia. Di-s tiene una forma para probar a las personas si son o no confiables para ser Sus agentes financieros en este mundo. Las decepciones deben ser aceptadas con alegría.Todo lo que ocurre es para bien. Absolutamente. Aunque no parezca, aunque todo se vea negro en el horizonte. "El sabio posee sus ojos en la mente" dice el versículo. Esto implica que aquel que sabe analizar lo que ven sus ojos en determinado momento, y no se deja llevar por la primera impresión, es considerado sabio. Hay que saber ser paciente y mantenerse en calma ante toda oportunidad y saber ver lo positivo en cada circunstancia. Nada es imposible. Nada es tan trágico como parece serlo. Dicen nuestros Sabios: "El momento más oscuro de la noche, es justo antes de que salga el sol"."Siete veces se cae el justo y se levanta" (Mishle 24:16). ¿Qué significa esto? ¿Acaso una persona ciertamente justa, íntegra, de verdad se cae? ¿Acaso él tropieza con los avatares de la vida? ¿Cómo puede ser? Si es un justo, sabio, audaz...Justamente, ¿quién es justo? Aquel que luego de ser volteado varias veces, y aún así, con todo lo que eso implica, a pesar de las tentaciones y de haber pasado las peores situaciones, la baja moral, decaimiento y depresión, se levanta y continúa adelante. Una persona así, es considerada íntegra, justa y sabia. Nada le será imposible.Y una vez más, nuestra sagrada Torá nos enseña esta actitud noble en el episodio ocurrido a nuestros padres al salir de la esclavitud de Egipto. Resulta que se encontraban en el desierto, dirigiéndose a la Tierra Prometida, Eretz Israel.Cuenta la Torá en Perashá Shelaj Lejá que el pueblo solicitó a su líder Moshé (Moisés) enviar espías a Israel, para ver cómo era el tierra, cómo preparar el ejército para la conquista y recaudar información sobre la vida en esos pagos.Efectivamente, el príncipe de cada tribu fue seleccionado para ésta importante misión. Doce hombres, doce príncipes, uno por cada tribu de Israel.Al regresar, los espías se encontraban divididos en dos opiniones opuestas: Diez decían que era mala la tierra, que estaba poblada por seres gigantes, que sería imposible derrotarlos, en fin: estaban condenados al fracaso; los príncipes restantes (Kaleb y Yoshúa) defendían la tierra, decía que valía la pena luchar por ella, además D´s mismo la había prometido.En fin, el pueblo se dejó llevar por la mayoría y escucharon el argumento pesimista y engañoso de los diez príncipes. Cuenta la Torá y nuestros Sabios, que el pueblo entró en un estado de depresión y angustia indescriptible. Es lógico, salían de Egipto, de ser esclavos y se encontraban con un futuro aparentemente trágico.Esa gente, esos hebreos que lloraron y se angustiaron ante las palabras necias de los espías, no entraron a Israel. Toda esa generación no tuvo el derecho de pisar la Tierra de Israel. Y esto no fue un castigo Divino, sino fue una CONSECUENCIA de la actitud pesimista que los invadió. Su moral y ánimo cayó a tal punto, que perdieron su fuerza y capacidad emprendedora. En este estado ya no podrían conquistar la Tierra y hacer un nuevo país.La primera impresión es muy importante, no hay que dejarse llevar por las voces pesimistas ante un nuevo proyecto y emprendimiento. Esto puede tener consecuencias fatales. Siempre hay que ser optimista y hacer todo lo posible por lograr el objetivo, por conquistar nuestra tierra.